Las deformidades craneofaciales siempre han existido, aunque nunca con la frecuencia y la severidad actuales. Básicamente son tres: la plagiocefalia, la braquicefalia y la escafocefalia. La más conocida es la plagiocefalia y a veces se utiliza su nombre en particular cuando se habla en general de todas ellas.
Hay tres patrones básicos de deformidades craneofaciales que pueden afectar al recién nacido y al lactante de pocos meses.
A partir de dichos patrones puros, hay un sinfín de variedades producto de la mezcla de varias de ellas en grados variables. Por razones obvias, las deformidades simples responden mejor al tratamiento ortopédico que las complejas.
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Preguntas Frecuentes
¿Qué son las deformaciones craneales en niños?
Las deformidades craneales en niños se refieren a la malformación o anomalía de la cabeza y los huesos faciales. Estas deformidades pueden deberse a diversos factores, como traumatismos al nacer, trastornos genéticos, cierre prematuro de una o varias suturas craneales, infecciones (como la meningitis), radioterapia o trastornos cefálicos.
Las causas más comunes son la craneosinostosis (fusión prematura de las suturas craneales) y la plagiocefalia (forma asimétrica del cráneo). Otras deformidades son la braquicefalia (forma ancha/plana de la cabeza), la escafocefalia (forma larga y estrecha de la cabeza), la turricefalia (forma de torre del cráneo) y la trigonocefalia (forma triangular del cráneo). En casos graves, estas deformidades pueden causar graves afecciones médicas a los niños, como problemas de crecimiento y desarrollo, aumento de la presión intracraneal o problemas neurológicos.
¿Qué médico es especialista en plagiocefalia?
Un especialista en plagiocefalia es un médico especializado en el diagnóstico, la gestión y el tratamiento de afecciones relacionadas con el aplanamiento o la asimetría de la cabeza de un bebé. Estos especialistas suelen ser pediatras con formación adicional en anatomía craneofacial y neurocirugía.
Trabajan con un equipo de profesionales médicos que incluye ortopedas, neurólogos, fisioterapeutas, logopedas y terapeutas ocupacionales para garantizar que los bebés reciban la atención más completa para su afección. Los especialistas en plagiocefalia tienen amplios conocimientos sobre el desarrollo normal de la cabeza en los bebés y pueden hacer recomendaciones sobre el mejor curso de acción para tratar las asimetrías tanto antes del nacimiento como después.
¿Cómo corregir la forma de la cabeza de un bebé?
Uno de los pasos más importantes para corregir la forma de la cabeza de un bebé es asegurarse de que está bien colocado mientras duerme. Al dormir, los bebés deben colocarse boca arriba para reducir la presión y el aplastamiento en la parte posterior de la cabeza.
Los padres también pueden utilizar dispositivos de posicionamiento, como una toalla enrollada bajo el colchón, para mantener al bebé en la posición correcta mientras duerme. También es importante que los padres alternen la dirección de la cabeza de su bebé al acostarlo cada noche y a lo largo del día, para reducir cualquier presión excesiva o aplanamiento en una zona. Además, el «tiempo boca abajo» supervisado para los bebés durante las horas de vigilia puede ayudar a evitar que se desarrollen o empeoren ciertos tipos de formas de la cabeza, animándoles a levantar la cabeza y a fortalecer los músculos del cuello.
¿Qué pasa si no se trata la plagiocefalia?
Si la plagiocefalia no se trata, la forma de la cabeza del bebé puede distorsionarse de forma permanente. Esto puede provocar que el bebé tenga asimetría facial, la frente o el occipucio aplanados y un mayor riesgo de desarrollar estrabismo (ojos bizcos). Además, la plagiocefalia no tratada puede contribuir a problemas de audición debido a la malformación del conducto auditivo.
Además, si los músculos del cuello se debilitan por estar estirados hacia un lado durante un periodo prolongado de tiempo, puede dificultar que el bebé levante la cabeza o incluso que gire la cabeza alejándola del lado plano.
¿Cuál es el motivo de las deformaciones craneanas?
Hay varias razones por las que pueden producirse deformidades craneales. Una de las causas más comunes es la plagiocefalia, que es una afección causada por la presión externa sobre la cabeza de un bebé, normalmente debido a largos periodos de estar tumbado boca arriba en la misma posición.
Esto puede provocar el aplanamiento o la asimetría del cráneo y los rasgos faciales. La craneosinostosis, otro tipo de deformidad craneal, se produce cuando uno o más huesos del cráneo se cierran prematuramente durante el desarrollo fetal, dando lugar a una forma distorsionada. Además, los bebés prematuros pueden ser más propensos a desarrollar deformidades craneales, ya que sus cráneos aún no están completamente endurecidos y pueden ser moldeados fácilmente por fuerzas externas.
