Cómo reducir los síntomas de la alergia estacional

La primavera es la época del año más bonita y, al mismo tiempo, más temida por muchos padres y madres, ya que por un lado llega el buen tiempo y, por otro, nos enfrentamos a la temida alergia estacional.

La primavera es la época del año más bonita y, al mismo tiempo, más temida por muchos padres y madres, ya que por un lado llega el buen tiempo y, por otro, nos enfrentamos a la temida alergia estacional.

Aunque la época de polinización puede ser muy amplia, la primavera y principio de verano son los momentos de mayor polinización.  Condiciones atmosféricas como el aumento de las temperaturas, poca lluvia y polución aumentan la concentración de polen y empeoran los síntomas de pequeños y mayores. Es por esto que existen más casos de alergia estacional en ambientes urbanos que rurales.

Atención Integral Pediátrica quiere ayudaros a reducir los síntomas de la alergia estacional de vuestros hijos con estos sencillos consejos:

Vigila la dieta

Las frutas y verduras pueden tener granos de polen pegados a la piel, por lo que hay que lavarlas y pelarlas.

Evita la ingesta de miel y jalea real, ya que pueden contener pólenes.

Existe una relación de alergia a pólenes con verdaderas alergias a alimentos. Consulta con tu alergólogo si su hijo presenta reacción alérgica tras la ingesta de alimentos.

Lleva los medicamentos a rajatabla

Las medicinas para la alergia de tus hijos no hacen efecto si están en el botiquín. Asegúrate de que tus pequeños toman su medicación con la dosis correcta y a las horas que corresponden a lo largo del día. Consulta con nuestro Servicio de Alergología para recomendarte el tratamiento más adecuado para la alergia de tu hijo.

¡A la ducha!

El polen de las plantas se acumula en nuestros cuerpos y pelo a lo largo del día mientras estamos en el exterior. Para garantizar un buen descanso y sueño reparador, anima a tus hijos a ducharse antes de ir a la cama y así eliminar los restos de polen que hayan podido recoger.

Sin zapatos, ¡no hay problema!

Una vez tengas a tus pequeños dentro de casa, ¡haz que se quiten los zapatos! Nuestro calzado puede recoger alérgenos externos y, una vez los introducimos en casa, los iremos esparciendo por todas partes.

Cierra puertas y ventanas

¡A todos nos encanta la brisa primaveral! Sin embargo, cerrar puertas y ventanas es la mejor opción para evitar la alergia. Con puertas y ventanas abiertas, el polen y otros alérgenos podrían colarse en nuestras casas.

Ventilad la habitación media hora por la mañana y después cerrad las ventanas, sobre todo por la noche.

¡Ojo con el deporte!

Hay que evitar la realización de ejercicio físico al aire libre, sobre todos en días soleados y con viento. Evitar tumbarse en el césped. Cortar el césped o barrer la terraza puede remover partículas de polen.

Los días de mayor concentración de polen, es recomendable actividades que puedan realizarse dentro del hogar.

Nos vamos de viaje

Si vas de viaje en coche, lleva las ventanas cerradas, y no olvides la medicación indicada y el informe del tratamiento. Evita ir al campo y, siempre que puedas, viaja a zonas con menor nivel de polen como la playa.

Es importante conocer a qué planta se tiene alergia y su época de polinización para evitar en lo posible la exposición. Se puede consultar en internet en la web de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).

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