Cuando uno de nuestros hijos presenta problemas emocionales o de conducta, influyen demasiados factores como para que sea una tarea fácil.
La mejor forma de analizar, evaluar y trabajar estas dificultades es a través de la terapia.
A la hora de trabajar con menores, lo más importante es tener en cuenta su edad, su capacidad cognitiva e intelectual y su contexto social y familiar.
Atención infanto-adolescente
Cuando uno de nuestros hijos presenta problemas emocionales o de conducta, influyen demasiados factores como para que sea una tarea fácil.
La mejor forma de analizar, evaluar y trabajar estas dificultades es a través de la terapia.
A la hora de trabajar con menores, lo más importante es tener en cuenta su edad, su capacidad cognitiva e intelectual y su contexto social y familiar.
- Trastornos del aprendizaje
- Adicción a las nuevas tecnologías (internet, móvil, redes sociales, etc.)
- Problemas de lectoescritura
- Trastornos del control de esfínteres (enuresis y encopresis)
- Trastornos adaptativos
- Problemas en psicomotricidad
- Problemas de atención y memoria
- Trastorno por déficit de atención e hiperactividad
- Conductas autoestimulatorias
- Depresión infantil
- Duelo
- Comportamientos disruptivos
- Abusos sexuales
- Maltrato infantil
- Conducta de oposición-desafiante
- Atención Temprana
- Bullying
Orientación a padres y madres
¿No sabes qué hacer ante determinados comportamientos de tu hijo? ¿Lo has probado todo? ¿La convivencia con él es muy difícil? ¿Y si tu estuvieras reforzando esa conducta? O ¿tu hijo se pasa el día llorando? ¿Le cuesta relacionarse con los demás?
La Orientación a Padres y Madres Tiene como objetivo general, prevenir a largo plazo los problemas emocionales, sociales y académicos que pueden confrontar los niños, tras un divorcio o separación, si hay discusiones constantes, si piensas que puede tener problemas en el colegio, etc.
Ofrecemos pautas conductuales concretas desde el punto de vista psicológico en base a lo analizado por el profesional y el Padre o Madre.
Nuestros especialistas en Psicología
Preguntas Frecuentes
¿Cuándo es necesario llevar a un niño al psicólogo?
A la hora de determinar cuándo un niño debe visitar a un psicólogo, hay varios factores que deben tenerse en cuenta. Es necesario llevar a un niño al psicólogo cuando está experimentando un problema emocional o de comportamiento que se ha prolongado durante mucho tiempo y está afectando a su funcionamiento cotidiano, como dificultad para concentrarse en la escuela, dificultad para establecer relaciones con sus compañeros, lucha con una baja autoestima o muestra comportamientos perturbadores.
Además, si el niño tiene pensamientos suicidas o presenta síntomas de depresión, ansiedad o enfermedad mental, es importante buscar ayuda de un profesional de inmediato. Además, las familias pueden plantearse consultar a un psicólogo si les preocupa cómo sus estilos de crianza pueden estar afectando al bienestar del niño o si quieren mejorar la comunicación dentro de la familia.
¿Qué psicólogo atiende a niños?
Los psicólogos infantiles están especializados en evaluar, diagnosticar y tratar a niños con diversos trastornos mentales, de comportamiento y de aprendizaje. Suelen tener amplia experiencia y conocimientos trabajando con jóvenes de doce años o menos.
Por lo general, los psicólogos infantiles están formados para utilizar tratamientos basados en pruebas, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), la psicoterapia, la modificación de conducta, la terapia de juego, la terapia familiar, la formación en gestión parental y la psicoeducación. También suelen colaborar con profesionales médicos como los pediatras a la hora de diagnosticar trastornos físicos o enfermedades que puedan estar influyendo en el comportamiento o la salud mental del niño. Los psicólogos infantiles comprenden el proceso de desarrollo desde la infancia hasta la edad adulta, pasando por la adolescencia. Esto les ayuda a adaptar los planes de tratamiento que mejor satisfacen las necesidades de sus jóvenes pacientes al tiempo que fomentan un crecimiento y un desarrollo saludables.
¿Cómo tratar a un niño en terapia?
Cuando se trata a niños en terapia, es importante que los terapeutas tengan en cuenta el interés superior del niño. Esto significa comprender su estado emocional, respetar sus sentimientos y crear un entorno de confianza en el que se sientan seguros para abrirse y explorar cualquier problema con el que puedan estar lidiando.
Dependiendo del tipo de sesión de terapia que se lleve a cabo, se pueden utilizar distintos enfoques. Por ejemplo, la terapia de juego se utiliza a menudo cuando se trata a niños porque les permite expresarse a través de actividades como el dibujo, los juegos, los cuentos y las marionetas. Además, las intervenciones cognitivo-conductuales a veces también pueden ser beneficiosas; esta técnica ayuda a los niños a identificar y modificar pensamientos o comportamientos problemáticos que pueden estar causándoles angustia.
¿Qué tipos de terapias hay para niños?
Existen muchos tipos diferentes de terapias para los niños, en función de sus necesidades individuales. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una terapia popular y eficaz basada en pruebas que ayuda a los niños a identificar y modificar patrones de pensamiento y comportamiento poco útiles, con el fin de gestionar mejor las emociones difíciles.
La terapia dialéctica conductual (TDC) es otro tratamiento basado en pruebas que combina la TCC con técnicas de atención plena para ayudar a los niños a regular sus emociones y tener relaciones más sanas con los demás. Se ha comprobado que la terapia de juego es útil para los niños más pequeños, ya que les permite explorar y expresar sus sentimientos a través del juego imaginativo, utilizando juguetes o materiales artísticos.
¿Cómo hacer una evaluación psicológica a niños?
Una evaluación psicológica infantil consta de tres componentes principales: recopilar información, realizar una evaluación y formar un diagnóstico. Recopilar información puede implicar hablar con los padres, profesores y otros adultos que interactúan con el niño de forma habitual, así como observar al niño en diversos contextos para comprender mejor su comportamiento.
Hacer una evaluación implica buscar patrones en su comportamiento e intentar averiguar cuál es la causa. Esto puede incluir pruebas psicológicas, entrevistas, técnicas de terapia de juego, pruebas proyectivas y mucho más. Por último, después de reunir toda esta información, es posible formar un diagnóstico utilizando los criterios diagnósticos del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) y, a continuación, elaborar un plan de tratamiento basado en ese diagnóstico.
¿Cómo evaluar psicológicamente a un niño?
Las evaluaciones psicológicas de los niños suelen implicar el uso de diversas herramientas de evaluación, como pruebas de inteligencia y medidas de comportamiento, emoción y funcionamiento académico. También es importante tener en cuenta el historial de desarrollo del niño, la dinámica familiar, los factores estresantes del entorno actual y otros factores contextuales que puedan influir en su funcionamiento.
La evaluación debe incluir no sólo la valoración del estado mental, sino también un examen físico y una revisión de los expedientes escolares. Es crucial recopilar información de múltiples fuentes para obtener una comprensión global del bienestar psicológico del niño. En particular, las técnicas de entrevista como la observación y las entrevistas estructuradas pueden ser muy valiosas para conocer mejor el funcionamiento del niño en diferentes contextos. Esto puede implicar sesiones individuales con los padres o cuidadores para comprender mejor sus propias perspectivas sobre el funcionamiento del niño.