Dolor de talón

La causa más frecuente de dolor de talón en los niños es la Enfermedad de Sever, una enfermedad que hemos visto en muchos niños que han sido atendidos en nuestra consulta de podología.

Esta se caracteriza por un dolor a nivel del talón sobre todo al realizar actividades físicas (caminar, correr, saltar…). Afecta sobre todo a los niños entre 8 y 13 años, aunque puede afectar a niños más pequeño. En un 60 % de los casos suele ser bilateral.

¿Cuál es la causa de la enfermedad de Sever?

Esta enfermedad se produce porque los huesos de los niños están creciendo. Las áreas donde crecen los huesos, llamadas cartílagos de crecimiento, son relativamente débiles y pueden lesionarse con cierta facilidad.

El tendón de Aquiles se une al hueso del talón, el calcáneo, muy cerca de uno de estos cartílagos de crecimiento. El estiramiento repetido del tendón de Aquiles y la fascia plantar (tejido fuerte que forma la planta del pie) sobre esta zona provoca la inflamación del cartilago de crecimiento y la aparición del dolor. Esto ocurre sobre todo en niños muy activos o que realzan deportes intensos.

Cuando los huesos maduran, ya no hay cartilago de crecimiento y el problema desaparece.

¿Cuándo suele aparecer?

Al principio, el dolor en el talón aparece al finalizar la práctica deportiva y desaparece tras un periodo breve de reposo.

Si no se pone solución, la inflamación del cartilago progresa y el dolor va aumentando, apareciendo al inicio del deporte y permaneciendo en días posteriores. En estadios muy avanzados puede llegar a provocar el abandono de la actividad deportiva.

¿Cómo se puede tratar?

La finalidad del tratamiento es eliminar o aliviar el dolor a la vez que se intenta mantener las actividades del niño tanto como sea posible. Conviene evaluar qué actividades deportivas realiza el niño y si éstas se realizan de una forma adecuada y con un calzado apropiado.

La aplicación de frío local, medicación antiinflamatoria y la utilización de una talonera o plantilla a medida ( el objetivo es elevar el talón para relajar el tendón de Aquiles y la fascia plantar) pueden ayudar a aliviar las molestias.

En los casos más severos se puede hacer fisioterapia, estiramientos y disminuir la actividad deportiva.

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