El Baby Led Weaning o “destete dirigido por el bebé” es una manera de introducir dentro de la dieta de tu bebé los alimentos sólidos, donde puede saltarse los purés y pasar directamente a comer con sus manos desde el principio. En vez de alimentar a tu pequeño con una cuchara, los bebés se alimentan solos con alimentos (o trozos de alimentos) que puedan coger con su puño. Cualquier alimento que pueda estrujarse con los dedos de tu bebé tendrán una buena consistencia para que sean ingeridos de manera segura. Los bebés aprenden a explorar con la comida y se alimentan a sí mismos desde el principio.
¿Cuándo debo empezar con el Baby Led Weaning?
Tu bebé estará listo para comenzar el BLW alrededor de los seis meses como mínimo. El bebé debe ser capaz de estar sentado solo y tener un buen control de la cabeza antes de que pueda comenzar. Tu bebé también debe mostrar interés por la comida y dejar de tener el reflejo de empuje de la lengua. ¡Consulta con tu pediatra de Sevilla de confianza si crees que tu bebé está listo para comenzar el Baby Led Weaning!
¿Por qué nos gusta el BLW?
A continuación, te contamos todos los beneficios de iniciar a tu pequeño con los sólidos utilizando el método del Baby Led Weaning:
Los bebés disfrutan
Comer debe ser placentero para todos, adultos y bebés por igual. Participar activamente en las comidas y tener el control de qué comer, cuánto comer y a qué ritmo comer hace que las comidas sean más agradables. Con el BLW, los bebés esperan el momento de la comida con alegría: disfrutan aprendiendo sobre diferentes alimentos y haciendo cosas por sí mismos. Es más probable que las experiencias tempranas de comidas felices y sin estrés le den al niño una actitud saludable hacia la comida para siempre.
Es natural
Los bebés están programados para experimentar y explorar, es así como aprenden. Utilizan las manos y la boca para conocer todo tipo de objetos, incluida la comida. Con el Baby Led Weaning, un bebé puede explorar la comida a su propio ritmo y seguir sus instintos para comer cuando esté listo, como cualquier cachorro.
Aprender sobre la comida
Los bebés a los que se les permite alimentarse por sí mismos aprenden sobre el aspecto, el olor, el sabor y la textura de diferentes alimentos, y cómo se mezclan los diferentes sabores. Con la alimentación con cuchara, todos los sabores se convierten en un puré. Con el BLW, los bebés pueden descubrir los diferentes sabores en, por ejemplo, una cazuela de pollo y verduras, y aprender a reconocer los alimentos que les gustan. Y simplemente pueden dejar lo que no les guste, en lugar de tener que rechazar toda la cazuela para evitarlo. Esto facilita la planificación y significa que los bebés no se pierden los alimentos que disfrutan. También significa que toda la familia puede compartir una comida, aunque no a todos les gusten todos los sabores.
Aprender sobre el mundo
Los bebés no se limitan a jugar: siempre están aprendiendo. Prácticamente todo lo que los bebés pueden aprender de los mejores (y más caros) juguetes educativos se puede aprender manipulando la comida. Por ejemplo, descubren cómo sostener algo blando sin aplastarlo o algo resbaladizo sin dejarlo caer, y también sobre conceptos como menos y más, tamaño, forma, peso y textura. Debido a que todos sus sentidos (vista, tacto, oído, olfato y gusto) están involucrados, descubren cómo relacionar todas estas cosas entre sí para una mejor comprensión del mundo que los rodea.
Desarrollo de destrezas
Alimentarse solos permite que los bebés practiquen aspectos importantes de su desarrollo en cada comida. Usar sus dedos para llevarse la comida a la boca significa que pueden practicar la coordinación ojo-mano; agarrar alimentos de diferentes tamaños y texturas varias veces al día mejora su destreza. Esto puede ayudar con las habilidades de escritura y dibujo más adelante. Y masticar alimentos (en lugar de solo tragar purés) desarrolla los músculos faciales que serán necesarios a medida que aprenden a hablar.
Ganar confianza
Permitir que los bebés hagan cosas por sí mismos no solo les permite aprender, sino que también les da confianza en sus propias habilidades y valoraciones. Cuando un bebé coge algo y se lo lleva a la boca, recibe una recompensa casi instantánea en forma de un sabor o textura interesante. Esto le enseña que es capaz de hacer que sucedan cosas buenas, lo que a su vez ayuda a desarrollar su confianza y autoestima. A medida que su experiencia con la comida crece, y descubre qué es comestible y qué no, o qué esperar de cada tipo de comida, aprende a confiar en su propio juicio.
Confiar en la comida
Cuando a los bebés se les permite usar sus instintos para decidir qué comer y qué no, rara vez muestran sospechas sobre la comida, como a veces se ve en otros bebés y niños pequeños. Permitirles rechazar un alimento que sienten que no necesitan, o que puede parecer inseguro (demasiado / poco maduro, rancio o venenoso), significa que los bebés están más dispuestos a probar nuevos alimentos porque saben que se les permitirá decidir si comerlos o no.
Participar en las comidas familiares
Con el BLW, los bebés se participan en las comidas familiares desde el principio, comen la misma comida y empiezan a socializar. Esto es divertido para el bebé y le permite copiar el comportamiento a la hora de comer, de modo que naturalmente pasará al uso de los utensilios y adoptará los modales en la mesa que se esperan de su familia. Los bebés aprenderán cómo se comen los diferentes alimentos, cómo compartirlos, a esperar su turno y a entablar una conversación. Compartir las comidas tiene un impacto positivo en las relaciones familiares, las habilidades sociales, el desarrollo del lenguaje y la alimentación saludable.
Control del apetito
Los hábitos alimenticios desarrollados durante la niñez son para toda la vida. Es posible que los bebés a los que se les permite elegir qué comer de entre una gran variedad de alimentos nutritivos, a su propio ritmo y decidir cuándo han comido lo suficiente, continúen comiendo de acuerdo con su apetito y tengan menos probabilidades de comer en exceso de mayores.
Adiós a los juegos y trucos
Muchos padres que alimentan con cuchara a sus hijos descubren que no les apetece comer y tienen que encontrar formas de “engañarlos” para que acepten diferentes alimentos. Debido a que el BLW respeta las decisiones de los bebés sobre qué comer (o no comer) y cuándo dejar de comer, la necesidad de persuadir simplemente no surge. Esto significa que no hay necesidad de juegos elaborados que involucren trenes y aviones para tratar de engañar a un bebé para que acepte alimentos que no quiere.